Bugs life disney pixar

Juego Wall-e Wii. s posible el amor entre robots? La pregunta que rondó por la cabeza de los literatos y cineastas más modernos llega ahora a Pixar, una compañía de animación que desde que fue absorbida por la gigantesca Disney no ha parado de crear excelentes películas muy proclives todas ellas a recibir adaptaciones al formato de los videojuegos. Esta, por tanto, no iba a ser una excepción, y WALL-E no ha soportado la tentación de recorrer todas las plataformas existentes en la actualidad para ofrecernos la particular historia de un pequeño robot que un buen día, después de 700 años limpiando la basura que ha acabado con el planeta Tierra, descubre el amor y se inmiscuye en una galáctica y fantástica aventura por salvar a la humanidad. No obstante, y como suele ocurrir en estas adaptaciones, el videojuego no supera a la película. WALL-E, por supuesto, no iba a ser una excepción, ofreciéndonos una suerte de versiones con una variedad de planteamientos que, con mayor o menor acierto, logran lo que todo consumidor de este tipo de productos desea: recrear las emociones de la obra original y, de paso, descubrir algún aspecto adicional que no pudo apreciar en los cines. Variedad por tierra y por aire Sin salirse de las pautas fijadas en las adaptaciones de Pixar al mundo del ocio electrónico, el videojuego de WALL-E centra su desarrollo en el manido género de las plataformas tanto en lo que respecta a la “next-gen” como a la consola Wii. WALL-E y EVE serán los dos protagonistas de la aventura. Actuarán en solitario y cada uno en sus fases, pero habrá momentos en los que cooperarán para llegar sanos y salvos a sus destinos. El concepto utilizado está muy en la línea de lo clásico, con una perspectiva en tercera persona, entornos completamente en 3D, una cámara manipulable 360 grados y una correcta mezcla entre saltos, vuelos por el escenario y disparos. Todo a través de los dos personajes protagonistas de la película: WALL-E y EVE, un dúo de robots que se alternará en la acción durante los cerca de diez niveles que incorpora el videojuego. La inclusión de estos dos personajes de habilidades tan distintas proporciona una buena variedad al título, haciéndolo adictivo y agradable de jugar. Con WALL-E tendremos la oportunidad de comprobar un estilo de juego sobre tierra firme, basado en resolver puzles la mayor parte del tiempo, gracias a la habilidad especial de nuestro robot: crear cubos a partir de la basura que encuentre. En lo que respecta a EVE, también tendrá que resolver puzles, aunque sus fases nos harán volar por entornos que recurrirán muy frecuentemente al efecto “blur” para disimular los defectos gráficos en la lejanía. Amor de robot En cualquier caso, lo cierto es que la experiencia de volar con EVE a través de estructuras abiertas u “on the rails” se convierte en uno de los puntos positivos del videojuego. Wall·E Wii Los disparos se convertirán en una dinámica fundamental que se verá potenciada por el uso del wiimote, que también nos permitirá formar cubos de basura con WALL-E siempre que nos encontremos en el lugar adecuado. No obstante, y aunque los hayamos presentado en solitario, WALL-E y EVE se verán en algún que otro nivel para ayudarse mutuamente, y es que el diminuto cuerpo del robot de limpieza tiene grandes limitaciones para sortear de un simple salto los muchos obstáculos que nos encontremos. No es que estos momentos vayan a constituir lo mejor del juego, pero sí que se mantienen a un buen nivel hasta que lleguemos a las cerca de diez horas que dura el título. Diez horas en las que la cámara se comportará de una manera más aceptable que la propia programación del título, la cual se ha dejado numerosos “bugs” por el camino que dificultan aún más si cabe la labor del jugador por llegar hasta el final. Y es que, en ocasiones, podríamos dudar si esta obra se pensó para los más pequeños de la casa, debido a una dificultad descompensada que es muy baja en unos momentos y bastante alta en otros. Ideal para los que quieran más Sea como fuere, y aunque tenga errores, el balance general es favorable, gracias en parte al trabajo realizado por reflejar con fidelidad el mundo de la película de animación, que aplica multitud de detalles sobre el entorno aunque sin realizar un trabajo que supere el ámbito de lo correcto. Mención aparte merece la versión para Wii, clara perjudicada al intentar emular el estilo de juego que han tenido sus plataformas vecinas: Xbox 360 y PlayStation 3. De hecho, la única diferencia positiva con respecto a estas máquinas tiene que ver directamente con el wiimote, que nos permite apuntar a los objetivos gracias a un cursor que responde de manera fiel a nuestros movimientos. Por lo demás, Wii presenta un “frame-rate” inferior y un detalle de texturas que no se puede comparar con el de la “next-gen”. En pocas palabras, y para resumir, Wii ha asistido a un “port” gráfico con bastantes malos resultados. Para su consuelo puede quedarle el hecho de que las destacadas secuencias cinemáticas (independientes de la película) siguen intactas, así como unos extras (vídeos, imágenes y trucos) y unos minijuegos - admiten hasta cuatro jugadores - que incluso podría decirse que gozan de un poco más de variedad en la blanca de Nintendo.